top of page

¿Qué se siente al ser un adolescente con un hermano con necesidades especiales?

  • Clinica León
  • 31 dic 2024
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 26 may



¿Cómo se siente ser un adolescente con un hermano con necesidades especiales?


Ser un niño ya es complejo, pero tener un hermano con necesidades especiales añade otra capa de desafíos. Estos niños a menudo crecen hasta convertirse en adultos con mayor empatía, paciencia y madurez emocional. Con frecuencia muestran una responsabilidad notable a lo largo de sus vidas hacia sus hermanos especiales. Muchos niños con necesidades especiales dependen de sus hermanos para la orientación, el aprendizaje y la compañía, admirándolos y amándolos de todo corazón. Sin embargo, tener un hermano con necesidades especiales también puede resultar frustrante, quizás incluso más que tener un hermano típico. Un niño con necesidades especiales puede romper cosas con más frecuencia, aferrarse excesivamente, hacer ruidos fuertes o comportarse de manera impredecible. Las familias pueden enfrentar limitaciones, como a dónde pueden ir, con qué frecuencia pueden salir de casa o cómo se distribuye la atención entre los niños. Los hermanos pueden sentirse avergonzados o dudar en invitar a amigos debido al comportamiento de su hermano o hermanas. En las familias, todas las emociones son válidas y es esencial hacer espacio para los sentimientos de ira, frustración, injusticia e incomodidad. Cuando los padres reconocen estas emociones y ayudan a sus hijos a procesarlas, las emociones se vuelven más manejables. Por el contrario, las emociones que se ignoran o se prohíben pueden volverse tóxicas, lo que podría llevar a conflictos intensos o resurgir más adelante en la vida. Un niño puede experimentar una mezcla confusa de emociones hacia su hermano con necesidades especiales. Por un lado, pueden sentirse protectores, ansiosos por protegerlos del daño y brindarles compañía. Pueden disfrutar de la admiración de su hermano y la sensación de ser confiables e impresionantes. Por otro lado, pueden sentir lástima, enojo o tristeza por las luchas y limitaciones de su hermano, a veces acompañadas de agresión. Estos sentimientos conflictivos pueden llevar a la vergüenza y la culpa. Los niños que perciben que reciben menos atención que sus hermanos pueden sentirse menos amados o importantes. Si sienten que sus padres pasan la mayor parte de su tiempo enfocados en su hermano con necesidades especiales, pueden internalizar la creencia de que no deben pedir apoyo ni ser una carga. Como resultado, pueden adoptar una conducta demasiado madura, sintiéndose presionados a ser responsables y a no aumentar el estrés de sus padres. Algunos niños pueden sentir que deben cumplir con altas expectativas, por temor a no poder permitirse el lujo de fracasar. Otros pueden retraerse, reprimiendo sus necesidades y emociones para evitar la culpa por buscar atención cuando otro hermano parece necesitarla más. Con el tiempo, esta carga emocional puede provocar ansiedad e incluso depresión. Crecer con un hermano con necesidades especiales es innegablemente desafiante. Sin embargo, a largo plazo, estos hermanos a menudo se convierten en personas compasivas, pacientes y empáticas. Se anima a los padres a mantener una comunicación abierta y reservar tiempo individual dedicado con cada hijo, especialmente con aquellos que tienen un hermano con necesidades especiales. Cada niño en la familia es especial. Cada niño merece sentirse amado y valorado por lo que es.

コメント


bottom of page