Las relaciones entre hermanos forman una parte fundamental del desarrollo emocional y social de la infancia y la adolescencia. En nuestra clínica, abordamos las dificultades entre hermanos como una oportunidad para fortalecer los vínculos, desarrollar habilidades de comunicación y prevenir patrones de rivalidad o exclusión emocional que puedan mantenerse en el tiempo.

A través de sesiones terapéuticas lúdicas, respetuosas y adaptadas a la edad de los participantes, ayudamos a los hermanos a expresar sus emociones, aprender a escucharse, negociar desde el respeto y reconocer las necesidades del otro. Nuestro enfoque favorece la construcción de relaciones más colaborativas y empáticas dentro del entorno familiar.

Este trabajo se realiza en coordinación con madres, padres o cuidadores, ya que entendemos que la dinámica entre hermanos está influida por el sistema familiar en su conjunto. Intervenir a tiempo permite prevenir tensiones futuras y fomentar una convivencia donde cada niño o niña se sienta valorado y en conexión con sus hermanos.