Los grupos de habilidades sociales permiten trabajar competencias como la comunicación, la empatía, la resolución de conflictos, la escucha activa o la expresión emocional. A través de dinámicas grupales, juegos, rol play y situaciones simuladas, los participantes experimentan nuevas formas de relacionarse, aprenden a poner límites de forma asertiva y desarrollan mayor seguridad en sus interacciones sociales. La pertenencia al grupo favorece el sentido de inclusión y la validación emocional entre iguales.